Su nombre ya evoca su origen prerromano. Ubicado al pie de la Sierra Pela, se conservan entre las piedras Santa María y el Collado, vestigios de tumbas y salas de la misma época de Tiermes,  así como asentamientos rupestres al lado de la ermita.

Castro es un pueblo de los llamados rojos (por la roca de la zona) que parece abandonado a su suerte en tierra de nadie, pero tiene un encanto especial. Si llegamos a Castro desde Retortillo de Soria, antes de llegar, a nuestra derecha en unas paredes rocosas y en diferentes abrigos que aquí existen podemos ver unos grabados rupestres de diferentes edades muy interesantes (algunos son de la Edad de Bronce). En las peñas de Santa María y el Collado. Posee asentamientos romanos.

 

Ermita de Santa María de Castro

Encima de la peña que se alza sobre el pueblo esta ubicada la ermita de Santa María de Castro, muestra su estructura visigoda en el arco triunfal de herradura, pero la puerta y los muros se edificaron dentro del románico , tras ella encontraremos unas sepulturas excavadas en la roca, bastante deterioradas, además en el borde de la peña, sobre el pueblo, hay varios silos rectangulares también excavados en la roca.

 

Iglesia de San Nicolás de Bari

Posee una portada románica- gótica. Entorno a ella encontramos una necrópolis de tumbas excavadas en la roca, son aproximadamente unas 30 sepulturas, todas ellas cubiertas de tierra, solamente se adivina su estructura en alguna de ellas pues está muy desgastada y son poco visibles


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